Con
la llegada del otoño y las suaves temperaturas comienza a aparecer por
nuestros bosques una de las especies más bellas y fáciles de identificar
a la vez que ampliamente conocido en la cultura popular. Estamos hablando de la Amanita muscaria, comúnmente conocida como hongo
matamoscas, fly agaric una especie simbionte que, como su nombre indica,
se utilizaba para atraer y capturar moscas en una solución con leche para
aturdirlas durante la edad media.
Descripción
Hongo
de tamaño grande, hasta 20 centímetros de diámetro sombrero
hemisférico a convexo de joven, al final aplanado, cubierto por una cutícula
rojiza, separable, cubierto de escamas blancas en forma de copos formados por
restos del velo general que pueden perderse por la lluvia. El margen es
acanalado en la vejez. Provisto de láminas, blancas y anchas,
libres como el resto de sus congéneres. El pie, central y cilíndrico
posee una base bulbosa con copos concéntricos blancos, restos del velo
universal y un anillo blanco con
copos, membranoso y persistente.
De carne blanca, bajo la cutícula
adquiere tintes naranjas superficiales, de olor ligeramente rafanoide y sabor
suave.
Hábitat
Especie oriunda de bosques de coníferas como de caducifolios en las regiones templadas y boreales del hemisferio norte, como otras muchas especies ha sido introducida en el hemisferio sur en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Sudamérica con plantaciones de pinos considerándose una especie altamente invasora.
Forma
ectomicorrizas con una gran variedad de árboles como pino rojo, abeto, cedro,
abedul, haya, castaño, roble fructificando de manera aislada a agrupada, en
ocasiones formando corros dentro de los bosques o en sus bordes. Los
aficionados iniciados suelen buscarlas con profusión ya que comparte hábitats
con el tan apreciado Boletus
edulis.
Toxicidad
Especie
tóxica en crudo, de efectos gastrointestinales y psicotrópicos, es conocida
desde la antigüedad por estos últimos efectos y consumida tras una
prolongada cocción en algunas regiones de Europa, Asia y Norte América desechando
el agua de cocción.
Confusiones posibles
Dado la gran iconografía existente referente a este hongo se trata
de una especie fácilmente identificable a nivel macroscópico por el color rojo
del sombrero, láminas blancas, anillo y la presencia de escamas concéntricas en
la base del pie, a modo de bulbo. El anillo, restos de velo general
y coloración rojiza del sombrero pueden perderse con la lluvia y la edad con lo
que podría confundirse con ejemplares de Amanita
caesarea pero basta observar
el color de las láminas para diferenciarlas.
Es una especia que presenta una gran variabilidad con diferentes tonalidades del sombrero más amarillas (var. formosa), mas rojas (var. muscaria) como la variedad europea e incluso con volva escamosa amarillenta (var. flavivolvata), con A. regalis que tiene tonos marrones en el sombrero y pie bulboso con volva escamosa en forma de anillos amarillo ocre. Amanita pantherina, de sombrero más marrón oscuro, grisáceo y margen estriado. Y no podemos olvidarnos del peligro de confusión en estadios inmaduros con especies mortales de su mismo género cuando se recolectan ejemplares que aun se encuentran protegidos por el velo universal.
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